Es que hay un punto en que todos nos podríamos reducir a uno solo, pero como andamos en la periferia del punto, rebotando entre
lugarcito y lugarcito, solo a veces caemos en almohadones a los cuales ya le
hemos dejado la marca del culo, y solo a veces, parece hecho para nosotros y
viceversa.
La idea es ser el punto en si
mismo, cueste lo que cueste, cuando seamos punto seremos mas que infinito, trascender
concepto, quizás hasta seamos menos que la nada, y ya no vamos a poder volver y
explicar dónde estaba el punto, capaz no quiera.
Tenés alguna idea
de haber sido el punto alguna vez?
Tengo idea, tengo sensaciones de no persona, de anti movimiento, de contra
acordado. Ser punto, por ahora es dar latidos. diarios. Ahora son diarios, y no late a un compas, es
absolutamente arrítmico, siendo aún asi del silencio más profundo. A veces late
una vez al mes, pero ahora late 5 o 6 veces al día, a veces más a veces menos.
El latido tiene una duración... a ver, se prolonga el punto, en el tiempo.
"ya no voy a
poder volver y explicar dónde estaba el punto"
En el punto el
lenguaje se vuelve pobre, no hay palabras adecuadas, ni siquiera aproximadas
para describirlo. Sería como si las palabras, en el mejor de los casos, se acercaran al punto a tal velocidad que pudieran expandir a lo sumo algo de su perfume, dejando una
estela, o una onda descascarada a un nivel casi imperceptible vestigios casi
intangibles, y con eso, nos alcanzara para sospechar que el punto existe; pues no bastaría que las
palabras no bastaran, tendría que ocurrir con ellas algo así.
Fuera del punto, las palabras son balas q nunca darán en el blanco, pero q por su trayectoria nos harán
saber que algo, o nada allí existe.
El punto es la línea mirada de
frente, y a veces por los ojos solamente
vemos.
Todo es sonido, sonido es todo lo envolvente, aunque
bueno, quizá eso sea todo. Todo lo periférico al punto, al supuesto punto.
Dudamos de tener consciencia de ser envueltos, cuando algo envuelve, los espacios que nos diferencian van disolviéndose, como cuando alguien te abraza.
Dudamos de tener consciencia de ser envueltos, cuando algo envuelve, los espacios que nos diferencian van disolviéndose, como cuando alguien te abraza.
Presenciar el movimiento sin estar moviéndose, es una
cosa y lo que se siente mareado por ser el trayecto y la velocidad y sus reacciones
es otra.
Cuando soy dentro, no hay mareos.
Cuando soy dentro, no hay mareos.
Cuando estamos muy "hechos" creemos en diferentes verdades y vemos todo desde una perspectiva personal, lo que nos re-dibuja la realidad, la "verdad" de una forma muy circunstancial, y la cual creemos sin mayores protestas.
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