jueves, 31 de octubre de 2013



Acido el camino entre las mamparas de la justicia.
En su silencio caminan los observados.
Conos caen de pie iluminando estatuas que por dentro laten y a cada una, todo las contiene.
Algunos trapos quemados se propusieron para la tarea:
desteñir números.
En el aire se respiraron casas tumbadas celestes y vacías
intocables estructuras que permiten dividir espacios internos.





Serás todo lo que desees, pues para eso te has creado al mundo,
Tiene llena la boca y la boca no es otra cosa que el cuerpo.
Al débil se le ha dado la máscara de la violencia, y al tímido y temeroso, la de la arrogancia,                   nadie más morirá en mis manos porque yo no supe pedir a tiempo.   
La Cobardía hace cumplir límites territoriales que cada uno de nosotros se permitió habitar,        
me ha dado lo que no le pude haber pedido, 
pues yo desconocía mi necesidad y mi propio gusto.
sigo descubriendo que sólo son fantásticas heridas.







En medio de la noche el día desparrama destellos como si fuera posible contenerlos, los pies  absorben maravillas, y destiñendo. Quizás las ratas del tiempo huyeron y la estela observe al observador, y la memoria sea un espacio de juego donde el movimiento aún existe y persiste en persuadirnos que existimos cuando no. En los pies de nuevo la duda del sueño certero de que estoy convencida de que sé y puedo volar.En un negro tinto la tentación espera a ser atendida, mientras  los ojos infinitos enfocan menos lo que antes era mucho más.
Me quedo inquieta ante tus agujeros, me hacen cuestionarme el equipaje y la disposición. Sé que quiero estar un poco aquí un poco quieta en un pedazo construyendo; la luz sigue soplando mundo y dentro respiro.
Aún estoy dormida mientras aprieto la boca en la espalada y 2cm de viento y cuchillas afilan la superficie que me separa del resto de nuestro yo.
No quiero entenderte ni entenderme, y menos me interesa conocerme, sino mas bien dejarme abandonada para poder desinflar el traje y encontrarme con los pulmones del infinito.
En el suelo sobran formas, segundos de personas que construimos con nuestro contraste. Ciega la esperanza de un cerebro alimenticio; hambrientos los ventanales que separan las intensiones de los animales buenos y entregados.
Veo que he sido prudente y rayada, y he sido imprudente al hablar, mientras la inocencia en parte crece donde planté sin saber plantar. Recuerdo tener razones para ser parecida, haberme vestido de 1 sólo fracaso y olvidarme de haberlo hecho, para casi conformarme con el solo traje.
Dejo pasar algunas velocidades con el rabillo del ojo, mientras descubro el idioma de silenciosas tierras. Las canciones coagulan ideas que les deseo vuelvan al torrente de la vida. No necesitamos ser quienes fuimos, ni siquiera ser, ni seremos. Serenos.
El pasado se pronuncia en un silencio casi visual, y la película de la mente invade realidad con ideas que invaden entrenados. Monótonas imágenes de palabras que bombean a diario hacia nuestra distraída atención. Por estos lados los dormidos son los más despiertos, pues es importante olvidarse del verdadero poder para necesitar ser poderosos. Yo creo que no hay como aprender mirando a quien sabe amar, y dejarse.
Pequeños nuditos en mis labios son atestiguados.

Mala la sangre que no vuela, el pez que no camina, es pez.