si te estoy diciendo adiós, si me estas diciendo no se si te quiero,
no te lo creo, no te lo voy a creer jamás,
ni muerta, ni sola,
ni asesina,
ni separada, ni viuda ni divorciada,
a nosotros no nos separa nada,
pues nada nos unió.
Yo seré muy humano,
mas humano de lo que cualquiera hubiera querido,
pero.no.voy.a.pagar mi pecado con la perdida de lo divino.
Lo divino no lo tienes tu,
solo existe cuando está con nosotros.
Si me dices que te quedas con ganas de otras,
no te creo y no te voy a creer nunca, ni asesinada, ni dejada, ni escupida,
de que no me amas, de que no me adoras, ni engañada,
de que no soy para ti.
puedo verte entrar en los palacios de tu mente,
allí donde todo presente es triturado en función de imágenes repetidas
por palabras de otro seres dolidos que consumieron y engendraron años en tus orejas.
De nuevo la impotencia,
la falta de gracia que tiene tu creencia en los límites de nuestro este amor inmenso.
Vergüenza te daría si estuvieras un poco mas despierto,
un poco mas dispuesto,
no puedo obligarte a nada, pues no lo haría,
solo puedo amarte y por eso es que todo.
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