El globo no explota, tampoco se desinfla, pues estoy viva, y aún me interesa que respiren las cosas que importan.
La basura me presta su aire para que no me muera por elección, y como el vacío, hoy hicieron forma.
Reteniendo contaminación enfrento al aire puro de las cosas importantes. Al exalarme lo puro de lo que importa también se suelta; y su espacio con tiempo y voluntad se hace cada vez mas pequeño.
No puedo ver, no puedo ver sus amores; ni sus caras ni las transformaciones de lo previo.
No me cuesta tanto respirar de la basura, mas me cuesta sentir mi sentido común pisoteado por la conducta.
Todo lo que tengo se desinfla. Sus palabras ya no contienen mi aliento y ya no hay mas aire puro, ni vacío que preservar.
El vigilante de los ojos abiertos y dibujados, mira sólo oscuridad,y me contaron que hace intrincados movimientos hasta rendirse.
Algunos, tanto los de afuera como los de adentro se sentirán defraudados, pues fue honesto lo que dije aunque nunca sucedería.
Me quedo de a poco mas despierta, pasando mis ojos ahora a algo que jamás podrá hacer otra cosa mas que sugerir que mira y nunca ve. Eso abierto, hecho para proteger lo efímero, que fué la mímica de conservar lo que en verdad nunca estuvo vivo.
Entre mis dedos la piel desinflada de un pulmón tatuado con ideas de amor, que ahora son gruesas cicatrices.
Su lugar es el que dios circunstancial le dará dentro de una cabeza hueca tan frágil como el nylon, tan hecho hace poco, para simplemente funcionar como ejemplo.